La Terapia Asistidas con Animales (TAA) en el Centro de día tiene como objetivo mejorar la salud de las personas mayores. Los perros son el principal recurso terapéutico y se convierten en un estímulo sensorial que rompe la monotonía del día a día de las personas mayores y ayuda a mejorar su salud. Tienen efectos positivos a nivel emocional en las personas mayores. Diferentes estudios demuestran que los resultados son significativos, pues fortalecen la autoestima, mejoran el estado de ánimo y aumentan la motivación. El contacto físico con el perro, las caricias y abrazos que él recibe, y el vínculo emocional, que sesión tras sesión, se genera entre la gente mayor y los perros, ayuda a reducir sus niveles de estrés y la depresión.
Los perros son además facilitadores sociales, aumentan el contacto y relación entre las personas. El efecto de las terapias en la residencia es que algunas personas mayores quieran hablar entre ellos, reírse juntos durante la terapia y luego continúan hablando durante el resto del día. Esto ayuda considerablemente a la disminución del sentimiento de soledad.
Las Terapias Asistidas con perros mejoran la salud física de las personas de la tercera edad. La realización de actividades que implican que las personas mayores realicen movimientos y desplazamientos pueden fortalecer sus miembros superiores e inferiores. Las personas mayores pueden realizar actividades complejas que fortalecen su motricidad gruesa como lanzar objetos, lanzar una pelota y esperar a que el perro vuelva con ella. También pueden realizar acciones más sencillas, que fortalecen su motricidad fina, como realizar puzzles, recortar figuras o dibujar. Incluso la sola presencia del animal genera nuevas dinámicas de atención mental.